No Surprise

Estos días fueron muy reflexivos, y creo que seguirán siéndolos por bastante tiempo. Pero es positivo. Me  impulsan a ver qué estoy  haciendo con mi vida, y si realmente es lo que quiero. Si llegué hasta donde llegué porque quise o por seguir el deseo de alguien más.

Una de las grandes revelaciones que tuve a principios de este año, fue justamente, que muchas de las decisiones y determinaciones que tomé a lo largo de mi vida fueron influenciadas por la comodidad. Porque alguien me señaló el camino y nunca dudé de si era realmente el que yo quería.

Ayer pensé: Ya está. Ya no hay vuelta atrás, lo que no viví en su momento, no puede ser vivido ahora. Técnicamente puedo hacer cosas que siempre quise hacer, pero el momento en que nació el impulso ya murió y nada va a ser igual. Puede que sea mejor, no lo dudo, pero no en el momento en que mi mente lo recreó y por tanto no como lo imaginé.

Por ejemplo, si miro hacia atrás, mi época del secundario, lo único que recuerdo es sufrir por no tener amigos. Reales amigos. Si tuve un tiempo donde tuve un grupo de personas con las que interactué y creo que hice básicamente todo lo que se esperaba de un adolescente. Pero… comienzo a dudar si esa sensatez que siempre me caracterizó, se debió a ese ideal de la perfección en mi mente, o bien a mis verdaderos deseos.

Nunca comprendí por qué tildaban a los adolescentes de inestables, básicamente porque siempre supe lo que quería y cómo lo quería. Claro. Eso pensaba.

Hoy por hoy, me doy cuenta que era una forma de vendarme los ojos y auto reprimirme.

Para algunas cosas es tarde ya, por más que quiera no hay forma de que vuelva al secundario y me enamore realmente por primera vez, y haga estupideces por amor, como debería haber hecho y no hice. No es una sorpresa en realidad, lo sorpresivo tal vez es que lo esté viendo recién ahora, con 24 años.

Por eso me planteé que este viaje que tengo en la cabeza, TENGO QUE hacerlo. De la manera que pueda, pero no quiero volver a sentir esta culpa por malgastar años.

De momento, sólo sé que en mayo, para mi cumpleaños, me iré a Europa. Este año tengo 21 días de vacaciones así que empezaré pidiéndome ese tiempo y viendo cómo me siento andando sola por ahí. Tal vez me quede. Tal vez vuelva y lo planifique para el otro año. No lo sé, pero sí empecé a construir puentes para ese fin.

Estuve buscando y me hice cuentas en páginas tales como Couchsurfing y evaluando posibilidades. De a poco, no quiero tampoco declararlo al mundo, porque por experiencia termino abandonando este tipo de proyectos cuando pasa la novedad.

Paciencia, ven a mi.

Buen viernes! J

Living La Vida

Hay que vivir la vida… el tema es cómo

Eso mismo le dije a mi mejor amiga, después que me confesara que su psicóloga le hizo darse cuenta que no está enamorada del novio (del cual está distanciada)

Yo misma vengo en crisis desde el jueves pasado cuando me levanté pensando ¿Esto es todo?

El jueves tuve mi sesión quincenal de terapia, por lo cual, pude hablarlo “en fresco” con mi psico también.

Entiendo que no es normal sentirse así a los 24. O tal vez es lo más normal del mundo, no sé sinceramente.

Pero hay días en que me levanto sintiendo que vivo la vida de una persona veinte años mayor, voy de mi casa al trabajo y del trabajo a casa, lo único que me diferencia es que 4 días por semana hago danza y los fines de semana salgo. Pero luego, mi vida gira en torno a esta rutina aplastante.

No me engaño, sé que necesito de la rutina para subsistir. Soy una taurina con todas las letras y la estabilidad es una parte intrínseca de mi personalidad, sin la cual no puedo vivir mucho tiempo. No en paz al menos.

El problema es que tengo miedo de llegar a los 35 y darme cuenta de las cosas que No hice por miedo, justamente. Mi psico me dijo que tiene miedo que llegue a los 35 y las termine haciendo, cueste lo que cueste. Es decir, hoy por hoy no tengo nada que me “ate”

No novio, no hijos, no nada.

Sólo un trabajo, mi familia y mis gatos.

Bueno, está mi carrera artística, pero sinceramente un año o 6 meses no la va a arruinar.

A todo esto, nunca dije cuál es mi gran frustración. O la más preponderante.

Desde que tengo 18 o 19 años que tengo ganas de viajar. Pero no viajar de vacaciones 15 días por algún lado; si no dejar todo por un par de meses e irme a recorrer (Europa principalmente) trabajando de lo que se pueda, con tal de conocer distintos lugares. Básicamente porque aunque me gustaría, no me alcanza el presupuesto para pagarme la vida de turista durante 2 meses, a duras penas llego a uno.

En general, los blogs que suelo leer son de gente que está bien posicionada económicamente, no me gusta generalizar, pero así es. Así que tal vez, no se termine de entender esto del todo.

Igualmente, creo que si tuviera la suficiencia económica para irme tranquila sin pensar en que estoy dejando un trabajo estable y toda la bola, me iría con mi mochila por ahí, a trabajar por meses fuera de mi país, sólo para saber cómo es el día a día en un pueblo de Suiza, por ejemplo.

También entiendo que no puedo estar preocupándome a los 24 años por no conseguir trabajo después, teniendo un título universitario, idiomas y 6 años de experiencia laboral…. Pero el miedo está ahí, arañando la superficie.

No sé en qué  momento el miedo de no poder subsistir se adueñó de mi accionar. Cuando era más chica, no tenía problema en cambiar de trabajo (de hecho lo hice tres  veces en menos de un año y medio).

Será la crisis mundial y el gran cuco del fin del mundo y el hambre extremo. No sé.

No puedo dejar de repetir en mi mente las palabras de Alan Watts

Cuando al final llegamos a algo que el individuo dice que es lo que es lo que quiere realmente hacer

Yo le digo: – ¡Hazlo! Y… eh… olvida el dinero. Porque si dices que ganar el dineros es lo más importante pasarás la vida malgastando tu tiempo.

 

Estarás haciendo cosas que no te gustan para seguir con una vida que consiste en hacer cosas que no te gustan. ¡Es una estupidez! Es mejor tener una vida corta llena de cosas que te gusta hacer, que una vida larga vivida de una manera miserable.”

 

En este link encuentran el video y la transcripción de lo que dice (si como yo, tienen bloqueado youtube y solo lo pueden ver por el cel… lo que es incómodo)

http://mundocaco.com/que-harias-de-tu-vida-si-el-dinero-no-importara/

Les dejo besos

pc3a1jaros

 

Escorpio navegando por Saturno.

Hace un rato mantuve una conversación interesantemente profunda con mi mejor amiga, de esas que solemos tener últimamente.

No sé hasta qué punto el paso de escorpio por Saturno es el causal de todo este replanteo, pero la realidad es que hace unos meses que vengo ajustando tuercas en mi vida, y a ella le pasa igual.

Encontré una página que resume un poco todo esto, un miiini resumen de lo que dice es:

Saturno en Escorpio puede propiciar lo que algunas escuelas iniciáticas llaman “la pequeña muerte”. Eso es lo que nos propone Saturno, que muramos a lo que somos para renacer

La función de Saturno es crear orden, organización, justicia, leyes, reglas, formas, estructuras, bases sólidas, cimientos. La parte saturnina de nuestra psique se ocupa de elaborar el libro de instrucciones, las normas de “pilotaje” de nuestra entidad humana, las proporciones que ha de tener cada área de la psique, y de la vida, para que las cosas funcionen de forma óptima.

Este planeta nos ayudará a cristalizar todo lo relacionado con nuestros deseos y emociones, pero al mismo tiempo su fuerza se encargará de que éstos sean el fiel reflejo de nuestra ley interna o programa esencial. Es probable que durante su paso por Escorpio, cada ser humano sienta la necesidad apremiante de ser fiel a sí mismo, a los designios de su Yo”

http://hermandadblanca.org/2012/12/09/saturno-en-escorpio-desde-octubre-2012-a-diciembre-2014/

Si tienen un tiempito léanla, tal vez les aclare un poco el panorama.

Volviendo al tema, con ella hablábamos de cómo los cuentos y películas que vimos en nuestra infancia, terminan afectando nuestra manera de pensar (consciente o inconscientemente) el día de hoy.

En realidad, hablábamos de la baja autoestima que tuvimos durante casi toda nuestra vida. Y de cómo siempre terminábamos haciendo cosas por los demás, que en el fondo no queríamos o no estábamos cómodas haciendo, pero para contentar al otro…

Muchas veces uno termina cediendo ante determinadas cosas, porque convive con el otro, y bueno… es lógico, pero el otro también tiene que ceder en la misma medida, si no las cosas se desbalancean y alguien termina sintiéndose frustrado.

¿Qué tiene que ver con las películas y cuentos?

Fácil, bueno no sé si tanto. Todo lo que tenga que ver con la mente y los pensamientos que mantenemos ocultos es enrevesado.

Pero de alguna manera, estuvimos esperando toda nuestra vida (bueno, nuestra vida hasta ahora) que alguien más venga y nos valore por lo que nosotros no nos valorábamos, que nos hiciera sentir que éramos hermosas, buenas, queridas y tooodo eso.

¿Con qué lo relaciono? Con el príncipe que viene a salvar una princesa. Estupideces. En el día a día, la princesa se salva sola, o el dragón la come. Punto.

A lo que voy, es que nadie va a enseñarte a quererte a vos mismo. Pueden ayudarte a ver cosas que no habías visto antes, pero la verdadera valoración surge de adentro.

En definitiva, todo se resume a: Disney tiene la culpa ! 😛

Estoy muy colgada con el blog, lo sé. Pero tengo un sueño inexplicable estos últimos días, y me ataca la pereza.

Nos estamos leyendo.

Besos!

Turismo Interurbano

Hoy arranqué el día distinto a lo habitual.

Como no saben mi rutina, les cuento. Desde mi casa a mi trabajo tengo unas dos horas de viaje (Salgo aproximadamente a las  07.30 para entrar 09.30), pero tengo la “suerte” de que una línea de colectivos que me deja cerca de mi oficina, empieza el recorrido a 5 cuadras, así que siempre viajo sentada… y dormida, claramente.

Los miércoles suele ser un día complicado para el tránsito, no sé si por ser mitad de semana todo el mundo saca el auto a congestionar las calles (porque ir al centro en auto, es básicamente eso) o qué, pero vengo notando hace tiempo que ese día en particular, se me hacen las distancias más largas aún,

Así que opto por la otra vía: Subte.

Sí, es más rápido. Pero también más incómodo, caro y superpoblado (bueno esto último lo digo porque viajo sentada, el colectivo también se superpuebla a medida que va haciendo el recorrido)

Tengo la suerte de ser joven y linda (por qué no decirlo) entonces cada vez que subo al colectivo que me acerca a la estación del subte, en general la gente me hace lugar. Especialmente porque en la línea que tomo, hay un 80% de hombres. No son tan caballerosos (o yo tan linda) como para ofrecerme el asiento ni bien subo, pero sí para hacerme lugar y darme el asiento cuando se desocupa uno y estoy cerca.

Así que hoy para evitarme una nueva llegada tarde, decidí viajar de esta manera.  Tiene la ventaja de que duermo media hora más en mi cama, pero sé que si lo hago todos los días, llegaría notablemente más estresada al viernes, por pelearme con la gente para simplemente caminar. ¡No entiendo a la gente que te ve venir caminando apurada y se pone a arreglarse los zapatos adelante tuyo!

La corriente filosófica que sigo (una mezcla de corrientes en realidad) tiene una frase muy buena, que dice algo similar a: “por cada momento que pasas enfadado, es un momento donde pierdes el control de quién eres y lo que sientes”

Y  es verdad, con el tiempo aprendí a relajarme dentro de esa bruma de ansiedad que causa el stress diario de pelear por cosas nimias con la gente que nos rodea.

Cuando te das cuenta que estás perdiendo el control de tu forma de actuar, se abre una realidad completamente distinta ante tus ojos. Aprendí a respirar profundamente, cuando siento que me engulle ese espiral de adrenalina innecesaria.

Con el tiempo, pude hasta reírme (no siempre, tampoco soy una especie de monje tibetano eh). Y lo más importante tal vez, es que ayuda a darle dimensión a las cosas. De esa manera, cuando uno se enoja con alguien por algo grave, se enfada por eso puntualmente, y no canaliza toda esa furia acumulada (y vaya sí se acumula)  del día a día.

Ya lo dijo Einstein con otras palabras: “Por cada minuto que pasas enfadado, pierdes 60 segundos de felicidad”.

Hacía bastante que no escribía tanto, me doy cuenta que lo extrañé.

Espero que hasta ahora su semana haya ido bien (o al menos que lo malo haya sido bueno para aprender)

Nos estamos leyendo

Besos!

 

images (4)

 

Si realmente queremos vivir…

Si realmente queremos vivir, sería mejor que empezáramos

de una vez a intentarlo;

Si no queremos, no importa, pero sería mejor que empezáramos

a morir.

W.H.AUDEN

Es un poco crudo, pero así empieza el primer capítulo del libro “Aprender a Fluir” de Mihaly Csikszentmihalyi (cuyo nombre claramente copié y pegué)

Recién leí un párrafo, así que no puedo comentarles mucho acerca de lo bueno o malo que es, pero esa cita me gustó para ponerla en el blog,

Ayer fui al cine y a cenar con una de mis mejores amigas, hacía tiempo que no compartíamos una salida así. Aunque  trabajamos juntas y nos vemos todos los días, hablamos  vía skype y cuando salimos a almorzar en el break (y vía whatsapp y facebook), no es lo mismo en un ambiente totalmente ajeno a la oficina. Y a veces es difícil identificar esa situación.

Fuimos a ver Superman (a la cual le doy 10 puntos – sí, principalmente debido al actor, pero la trama también está muy buena) y después a cenar en un restó ahí cerca.

Charlar con ella me recordó lo necesario que es tener este tipo de trato con otro ser humano. Sí, acabo de sonar como la persona más triste y solitaria del planeta, lo sé.

A lo que voy es que, muchas veces uno se rodea de gente todo el tiempo, piensa que habla; que dice lo que realmente le está pasando.

Cuando en realidad no hace más que escupir nimiedades superficiales, e intentar decir lo que realmente sentimos, escondiéndolo detrás de miles de capas para así cerrarnos más, y ser cada vez menos capaces de escuchar lo que nos dice esa voz que todos tenemos dentro.

Hablar con ella, me hizo darme cuenta que tengo que aprender a relajarme más. Suena muy tonto y sencillo, pero creo que hasta ayer, no me daba cuenta de cuántas cosas dejé de hacer por miedo a no poder hacerlas a la perfección, lo cual es una completa estupidez, dado que la perfección no existe, es un ideal efímero que nos plantea la sociedad.

En fin, hoy me desperté más motivada, porque aunque comenzar a transitar el camino de la imperfección es algo que nunca me ilusionó antes, es la única manera en que voy a lograr ser feliz.

Los seres humanos somos perfectamente imperfectos después de todo…

Buen viernes y fin de semana para todos!

No prometo escribir este finde, ya que planeo tener una vida social (por fin!)

Disfruten!

*Pd: Les dejo esta canción de coldplay que la letra es bastante habladora )? por sí sola. =)

La Cotidianidad

Como de costumbre, es la “hora de la siesta” en la oficina, no sé si les pasará a todos, pero mi cuerpo me presiona para que mande todo al carajo y me vaya a dormir.

Aún no le dí bola, tal vez un día de estos…

Me hace reflexionar  en que la mayoría de las veces, no escuchamos lo que nuestro cuerpo nos dice,  y lo más importante, por qué nos lo dice.

El curso de bioenergía que estoy haciendo, asegura que tenemos varios cuerpos sutiles alrededor del físico (los que conforman el aura de una persona) según esta teoría, el malestar se inicia en alguno de esos y va descendiendo lentamente hasta llegar a nuestro cuerpo físico. Es decir, cuando dejamos de escuchar todas las otras señales que nos manda, se cansa y nos “golpea” físicamente.

Parecido al tirón que nos dan en la calle, para que escuchemos a alguien que nos viene gritando desde hace cuadras, pero gracias a los auriculares y la música hiper alta, no oímos.

Algo parecido pasa con el cuerpo, como tal lo explica la cadena esa que  anda dando vueltas “el cuerpo grita, lo que la boca calla”.

Por ejemplo, un dolor de garganta, anginas o similar, cuando no decimos lo que nos pasa. Es bueno escucharse internamente de vez en cuando, para ver qué tenemos para decir, salir de la vorágine del día a día para centrarnos en nosotros mismos.

Ayer fui a danza, en contra de lo que el cansancio me decía que hiciera. No tenía ganas más que de acostarme a dormir profundamente por horas, pero por suerte una luz se encendió en mi cabeza y recapacité:

Yo no vine a este mundo para pasarme 9 horas diarias haciendo rico a alguien, vine para disfrutar. El disfrute para mí representa la danza.

Aunque también implica retos, enfrentarme conmigo misma, descubrir que no soy perfecta, que las cosas no las aprendo por ósmosis (como me gustaría).

De vez en cuando hay que pelear con uno mismo, y ser muy pero muy consciente de si lo que uno está escuchando es a su voz interior, o a la voz de la sociedad que habla a través nuestro, que se metió en nuestro sub consciente sin darnos cuenta.

Ayer por ejemplo, no podía estar en pie, me dolían las rodillas, se me cerraban los ojos. Sin embargo cuando salí de clase, estaba feliz.

Feliz de haber vencido al miedo de enfrentarme a la cotidianidad, a no haber renunciado a mis sueños aunque sea por una hora y contribuir a que este paso por la vida sea más alegre, darle más sentido.

Aunque sea por esa media hora que duró la energía, o producción de endorfinas, fui feliz.

Y eso hizo que mi día entero valiera la pena.

Pisoteando

¿Dónde se supone está el otoño?

Hoy salí con mis calzas frizadas y ahora siento que tengo un infierno abrazándome las piernas (podría quemar la grasa ya que estamos), extraño el frío de hace unos años, esta temperatura primaveral es extraña y desubicada.

Es el tercer post de este blog y el tercero que empiezo quejándome, creo que debería cambiar la temática… o intentarlo al menos.

Igual, comencé el blog con el SPM encima y ahora estoy con mis ovarios y hormonas en plena actividad, así que me lo voy a permitir por unos días más…

Ayer finalmente fui a un curso de bioenergía, no había comentado antes, pero soy reikista y estoy “profesionalizándome” estudiando un poco más qué es lo que nos compone además de la sangre, venas y tripas )?

Ayer terminamos de ver los 7 chakras principales, es muy bueno el enfoque porque te hace replantear acerca de las conductas que tenemos diariamente, si son sanas o no.

Mientras fuimos leyendo los apuntes nos iba sugiriendo que tomemos una libreta y vayamos anotando las cosas que indican que tenemos un chakra cerrado o trabado. (o por el contrario super acelerado) Y con curación energética, ir tratando de corregirlo de a poco,

La cosa es que a medida que iba leyendo, consideré seriamente  en agregarle hojas al cuadernito que dediqué para eso.

Cuando volví a casa, llegué super motivada y acomodé mi habitación (que es un completo desastre)

Vamos a ser sinceras, lo que acomodé fue una –pequeña- parte, y saqué tres bolsas de basura.

Soy taurina y tengo la tendencia natural a guardar cosas porque pienso que después me pueden servir, no llego a tener el conflicto acumulativo que una vez vi en un documental de discovery, pero sí me cuesta dejar ir cosas, creo que es un reflejo de mi vida y relación con los demás,

Me cuestan los cortes, los cambios, por eso probablemente (entre otros motivos varios) aún no logré encontrar una pareja, tengo demasiado miedo a después tener que dejarlo ir y no poder,

Finalmente me armé de valor y tiré apuntes que sé que no voy a utilizar. Entre las ruinas )? encontré una cajita,  con souvenirs de los 15 compañeras del primario y secundario a quienes Ya no veo, y con las que ni siquiera hablo (algunas ni siquiera las tengo en el facebook), así que no le encontré sentido a guardarlos. Sin querer cuando  estaba tirándolos a la basura, pisoteé la caja para que ocupe menos espacio en la bolsa.

De alguna manera me dio pena, pero creo que también fue un acto simbólico inconsciente, tal vez estoy aprendiendo a dejar un poco el pasado atrás.

Deberé meditarlo con más calma, pero es un comienzo… el siguiente paso sería, ver si me animo a tirar las cartas de amigas de la infancia, que tengo guardadas en la otra esquina de mi habitación.

Nos leemos gente! Que empiecen bien la semana!

PD: hoy terminaron de aceptarme las fotos en la pagina de citas, así que hoy cuando vuelva de danza veré qué tiene el universo deparado para mí.

Cuchareando -mezcla de cuchara y filosofeando-

¿Cuán mal hay que estar para pelearse con una cuchara?

Pero pelearse en serio, digo. Gritarle, putear y hasta revolearla cuando uno logra sacarla del recóndito lugar en dónde estaba escondida.

Nada. Creo que necesito retomar terapia una vez por semana (Actualmente estoy yendo cada 15 días, porque se supone que el tratamiento de 4 años y medio hizo efecto… o eso sentí en un momento cuando se lo planteé a mi psicoanalista y ella estuvo de acuerdo)

Hoy estoy por demás ansiosa, hace bastante tiempo que no estaba así. Creo que ese es el principal motivo por el que descubrí que necesito volver a esta manía mía de escribir.

EL problema principal, es que nunca termino nada de lo que empiezo.

De verdad.

Empiezo algo porque me inspira, me parece copado, en su momento lo disfruto… y al mes, chau. Creo que es culpa de la sociedad consumista, con ese pensamiento de: esto ya es viejo, tiralo, comprate algo nuevo )? Buen divagué lo sé.

Aún es un misterio el cómo terminé la secundaria y la facultad, con esta capacidad mía para desinteresarme de las cosas rápidamente, supongo que gracias a mi madre y la culpa que plantó en mí… o la responsabilidad. A pesar de mi manía  abandonadora de cosas, suelo ser responsable.

La cuestión es que aquí estoy, espero que alguien me lea, si no será una exposición de mi interior hacia… el exterior? De alguien que googleará algo y lo conducirá hasta acá, o tal vez sólo para el internet y para darle más trabajo a la gente que nos espía, rellenando la web de contenidos inconexos.

Intentaré hacer que dure, auto-engancharme por un tiempo, y si de alguna manera alguien llegó acá y quiere leerme, entretener.

No sé cómo la simple idea de pelearme con mi cuchara en la oficina (el diálogo lo hice mental y la revoleé despacito para que no piensen que necesitan llamar al moyano –MENOS que menos como está ahora esa institución-) me dio impulso para escribir.

¿Tal vez es el hecho de que no funciona el sistema y tengo que hacer que trabajo?

Puede ser.

Siempre fui mala para hacer post cortos, tiendo a irme por las ramas y escribir 5 hojas de Word. Me podré como meta cortar automáticamente en 2. No hay nada más pesado que incoherencias largas sin parar, lo sé por leer a otros.

Así que hoy, los despido así (a mi público imaginario y potencial)

Seguiré con esto un par de días, meses más, hasta que probablemente algo capte mi atención y me interrumpa.

O tal vez no, tal vez esta sea la excepción… lo dudo, pero de todas maneras, por el tiempo que dura, espero que me disfruten.

Nos estamos leyendo!